Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 7, 16-22

16 El, mirando al rey, dijo: «Tú, porque tienes poder entre los
hombres aunque eres mortal, haces lo que quieres. Pero no creas que Dios
ha abandonado a nuestra raza.

17 Aguarda tú y contemplarás su magnifico poder, cómo te
atormentará a ti y a tu linaje.»

18 Después de éste, trajeron al sexto, que estando a punto de morir
decía: «No te hagas ilusiones, pues nosotros por nuestra propia culpa
padecemos; por haber pecado contra nuestro Dios (nos suceden cosas
sorprendentes).

19 Pero no pienses quedar impune tú que te has atrevido a luchar
contra Dios.»

20 Admirable de todo punto y digna de glorioso recuerdo fue aquella
madre que, al ver morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, sufría
con valor porque tenía la esperanza puesta en el Señor.

21 Animaba a cada uno de ellos en su lenguaje patrio y, llena de
generosos sentimientos y estimulando con ardor varonil sus reflexiones de
mujer, les decía:

22 «Yo no sé cómo aparecisteis en mis entrañas, ni fui yo quien os
regaló el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada
uno.